14.10.08

NO TE SEPARES DE MI

- ¿Te vienes?.- Me preguntó el AMOR justo antes de saltar a un gran precipio.

Mi CORAZÓN quería seguirle, saltar al vacío pero mi RAZÓN teme a las alturas. En ese instante, aparecieron dos partes de mí, dos yo. Una todo corazón, otra toda razón. El CORAZÓN siguió al AMOR, saltó al vacío sin importarle que iba a ocurrir después. La RAZÓN se quedó desde arriba mirando atónita como aquella otra parte de mí no medía la consecuencia de sus actos. Sin entender que veían AMOR y CORAZÓN en saltar al vacío. No tenía sentido, no había razón lógica.

Poco a poco, AMOR y CORAZÓN se fueron perdiendo en el precipicio. Temerosa la RAZÓN pensaba qué hacer, cómo solucionar que una parte mía se hubiese esfumado siguiendo a un desbocado AMOR, sin pensar en los demás. Sin pensar en mí.


Pasaron los días, y la RAZÓN se enfadaba más y más con el CORAZÓN por abandonarnos, por seguir a ese inútil del AMOR, que sólo trae problemas, pero en el fondo, les echaba de menos. Ahora que no estaban, es cuando se había dado cuenta de cuánto les echaba de menos, a los dos. Porque la vida sin ellos, es aburrida. Si sólo está el CORAZÓN, cada uno va a lo suyo y es aburrido. Si sólo está el AMOR, éste pasa olímpicamente de la RAZÓN, y se aburre. Pero cuando están los tres, está la cosa animada. No existe el aburrimiento.

En verdad, el que se encuentra en medio es el CORAZÓN, porque tanto AMOR como RAZÓN quieren hacerles ver lo bueno de quedarse con ellos. Esta última vez, ganó AMOR. Pero ya hace muchos días que se fueron. Y RAZÓN se entristece, quiere que vuelvan.

Después de largo tiempo, RAZÓN escucha unas voces conocidas. AMOR y CORAZÓN ¡¡¡han vuelto!!! Salta de alegría, pero su orgullo no le deja decirles que les extrañaba. Su primera reacción al verles es gritar, gritarle al AMOR:- ¡Eres un loco desmesurado! ¡Siempre liando al pobre CORAZÓN en tus corredurías! ¿No te parece que esta vez fuiste demasiado lejos? Saltar desde un precipicio... loco, estás loco... ¡¡¡¡LOCO!!!!


Se gira y le grita al CORAZÓN:
- ¿Y tú? ¿No te enseñé que ser tan cabeza loca por la vida no trae nada bueno? ¿Acaso no sabes ya que el AMOR siempre nos trae tristezas, desilusiones, lloreras?

A lo que CORAZÓN responde:

- Te estábamos echando los dos de menos, por eso volvimos. Deberías de vivir un poco más. Venimos para llevarte. Y no aceptaremos un NO por respuesta. No se puede ir tan amargada por la vida. Vive un poco. Vente con nosotros, y conocerás una vida que nunca conocimos.

- ¡No!, no iré con AMOR a ningún lado. Y... ohhh que pena, me echábais de menos, pues yo a vosotros no. Así que ya podéis marchar por donde habéis venido.- dijo la RAZÓN mintiendo.

AMOR y CORAZÓN viendo el orgullo de la RAZÓN dieron la vuelta para marcharse. Pero algo dentro de si, les decían que no se fueran. CORAZÓN y RAZÓN eran un todo, no debían estar separados, no pueden vivir el uno sin la otra. Pero sólo si RAZÓN se tragaba su orgullo, y se dejaba guiar, volverían a ser uno.

Viéndoles alejarse, algo dentro de su interior, le hizo gritar:
- ¡Esperad! No os vayais. Os necesito. No sé vivir sin ti, CORAZÓN. Y necesito también al AMOR para que entre nosotros todo vaya bien. No me dejéis sola nunca más. Enseñadme que es eso que hace tan sublime al amor, a pesar de saber que se puede acabar y se sentirá dolor y tristeza. Pero sólo quiero conocerlo para después saber cómo ayudar mejor. Sólo por eso.

Así que dicho esto. CORAZÓN y RAZÓN volvieron a juntarse y volví a ser una sola persona. Juntos los tres vivieron aventuras felices, y tristes. Conocieron en su camino a la TRISTEZA, al DOLOR, a la FELICIDAD, a la TRAICIÓN y a la AMISTAD...... pero esa es otra historia...

No hay que separar nunca el corazón de la razón. Sólo hay que aprender a ponerles de acuerdo.



"Deja que sea el corazón... el que dirija tu destino"
S. Yaras

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